Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho. Juan15:7

Comienza el nuevo año y estoy segura que Dios en su misericordia nos llenará de bendiciones, recibiremos algunas pruebas y seremos victoriosos si permanecemos en El y El en nosotros. Haciendo un breve recuento, cumplo siete años trabajando para Cristianos Unidos, todo comenzó con un testimonio y continúa en este nuevo año con todo el ahínco posible. Tuvimos algunos daños también, el chanclas se metió hasta dentro del ministerio que mi hermano en Cristo, Gustavo, ha llevado diligentemente por muchos años y nos borró todo lo que había en la red. Recuerdo esos días de hacer un recorrido por los respaldos, modificando, editando y publicando uno a uno todos los estudios Bíblicos. El Chanclas se llevó cerca de 7000 individuos que recibían las reflexiones –se borraron sus datos- y el Señor uno a uno los ha ido devolviendo. Estoy segura que no fue casualidad, siete años de trabajo intenso no pueden desaparecer porque el chanclas haga sus berrinches. Estoy segura que las oraciones de los hermanos y la disposición de mi hermano Gustavo fueron de gran valor para la obra que él empezó en Internet alcanzando a toda la comunidad latina. Recibimos el año nuevo con una gran noticia: un pariente amado recibió a Cristo en su corazón. Empezamos el año hospedando quizá a ángeles.  De todo damos gracias a Dios y en todo, porque todo está en el puño de Su mano, incluyéndonos a nosotros. Alabado sea su nombre por siempre.

Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error: Efesios 4:14

El año viejo se cerró con una persistente palabra del Señor: cuidaos de todo viento de doctrina. Por alguna razón ulterior, algunos miembros de nuestra iglesia vinieron a mi casa a contarnos acerca del pasado de la iglesia. El testimonio vino de dos parejas distintas, en dos ocasiones distintas, y unos confirmaron palabra por palabra el testimonio de los otros. Platicaron de una grande división en la iglesia que tuvo lugar unos años antes de que nosotros llegáramos, y de cómo el nuevo pastor cambió todas las cosas.  Me ha impactado tanto esta historia que he pensado que compartirla con los cristianos unidos será de bendición para algunos que han pasado por ahí. Mi congre fue fundada después que el antiguo pastor se convirtiera a Cristo en Espíritu y en Verdad. Antes que eso, el pertenecía a una iglesia sumamente legalista llamada “Dutch Reformed” en la cual de alguna manera se tomaban las escrituras muy literales en ciertos aspectos para mantener el control sobre las personas. Por otro lado, era una congre fundada en los estatutos de la verdad inalterable que es la Palabra de Dios, la cual estudiaban sistemáticamente y memorizaban. Cuando el pastor tuvo un encuentro personal con Cristo, se salió de su iglesia y comenzó a compartirle de Jesús a su familia los cuales también se convirtieron. Estos comenzaron a congregarse en su casa.

Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.  Hechos 2:41-42

Tal como en la iglesia de Hechos, esta pequeña congregación de creyentes comenzó a crecer y multiplicarse, el Espíritu de Dios se movía en ellos, se reunían para alabar a Dios, cantar alabanzas y compartir testimonios. Toda una familia entera se convirtió a Cristo, y de ahí se añadieron otras familias enteras a dicha pequeña congregación. Todo iba muy pero muy bien, la pequeña congregación creció hasta que ya no cabían en la sala de la casa del pastor. Como buenos daneses, muchos de los miembros de esa congregación eran carpinteros y trabajaban en la construcción. Se propusieron construir una iglesia junto a la casa del pastor. Con sus manos y recursos la construyeron, entre todos los creyentes. Esta es mi congregación, hoy yo y mi familia disfrutamos del fruto de la labor de ellos.

Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos. Hechos 2:46-47

Todo marchaba a la perfección, la iglesia se fortalecía, la gente se convertía y bautizaban ahí mismo. Un día vino un predicador de otro lugar e impresionado ante los logros de una iglesia “espontánea” le dijo al Pastor: Tú eres la razón por la cual esta iglesia ha prosperado tanto. En ese momento, “algo” tomó el control en él, y comenzó el cambio. De ser una iglesia caminando en la libertad del Espíritu, llenos todos de los frutos, cambios visibles comenzaron a suceder. El pastor sintió la necesidad de controlar a las personas a nivel personal e individual, al grado que desde el púlpito les decía que no podían tomar una sola decisión personal sin antes consultarlo con él, y el a su vez consultarlo con los “ancianos” o líderes de la iglesia, todos ellos parientes y familiares.  La decisión que los lideres tomaban, era la última palabra.

Y viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones Israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ó ¿por qué ponéis los ojos en nosotros, como si con nuestra virtud ó piedad hubiésemos hecho andar á éste? El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado á su Hijo Jesús, al cual vosotros entregasteis, y negasteis delante de Pilato, juzgando Él que había de ser suelto.  Hechos 3:12-13

De acuerdo al testimonio de los testigos oculares, cuando el pastor de fuera exaltó a este pastor, éste tomó la honra y la gloria para sí, fallando en declarar que la honra y gloria pertenecían a Dios. Esta “semilla de palabra” plantada en su corazón “tu eres la razón por la cual esta iglesia ha prosperado tanto” se arraigó en su corazón y comenzó a dar frutos. El pastor controlaba todos los movimientos de esa iglesia, a todas las personas, y todos tenían que pasar reportes de su situación espiritual, matrimonial, de trabajo, etc. El pastor decidía si alguien aceptaba un empleo nuevo o no, si alguien podía tener novia o no, etc.  Nosotros como cristianos tenemos que estar súper alerta de las “adulaciones” del diablo. Si alguien te dice tu eres la razón del éxito de esta iglesia, ministerio, etc. Y no declaras con tu boca que Toda honra y honor sean para Jesús el Salvador,  entonces estas aceptando la adulación que despertará tu vanidad y comenzarás a luchar con tus fuerzas por mantener lo que hasta entonces Dios había estado haciendo en ti, en tu iglesia, ministerio y familia, tal y como le pasó a esta persona.

Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es menester obedecer á Dios antes que á los hombres.  Hechos 5:29

La tentación de ejercer el control y poder sobre la congregación no es nueva. Lo mismo sucede en la mayoría, sino es que en todos, los grupos religiosos. Algunos imponen doctrinas de hombres, prohibiendo a los fieles leer la Biblia y así conocer sus derechos y responsabilidades como creyentes. Esto es otra cara del control. Otros, no permiten que las personas se vistan o maquillen de cierta forma,  o asistan a ciertos lugares. Muchas congregaciones legalistas imponen este tipo de “reglas” morales, para mantener un yugo sobre las personas, que evidentemente no proviene de Dios. Los fariseos hacían lo propio ya en los tiempos de Jesús, cuando le perseguían con cualquier excusa para acusarle de “quebrantar la ley”, siendo El Dios.

Y Él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien. Mateo 12:11-12

Indudablemente, la tentación de imponer la “ley” y doctrinas de hombres para subyugar a los hombres no es nada nuevo. El espíritu de Dios nos trae libertad y Dios en su soberanía decide los tiempos y las sazones, y si algo hay bueno en alguien, es Dios en ese alguien. Como Cristianos debemos cuidar muy bien lo que decimos con la boca a otros cristianos, sea bueno o sea malo, porque tal y como sucedió a este pastor, podemos “sin querer” estar plantando semillas por medio de las cuales otros espíritus de vanidad y control tomen lugar. Esto es lo que denomino el “fenómeno rebote”. De haber estado en la luz, llenitos de la libertad del Espíritu Santo, se pasaron al legalismo y control –tal y como era antes de que el pastor se convirtiera- por medio del cual trataban a las mujeres como sirvientas, donde ellas no tenían ni voz ni voto en la congregación, ni en la familia. Jesucristo mismo emancipó a las mujeres, ministrándolas directamente en la Palabra de Dios, y luego usándolas en los momentos claves de su ministerio, como en la resurrección de Lázaro, o en su propia resurrección.  El fenómeno rebote no se hizo esperar. La mitad de la iglesia se cansó de este insano control y abandonaron sus filas. Una persona de los que se quedaron, decidió que ya era tiempo que el pastor se retirara, y tomó las riendas llevando a la congregación hacia lo opuesto de lo que era hasta entonces. De ser una comunidad cerrada que se creía el mejor fruto del huerto, pasó a ser una comunidad abierta para todos. Los ancianos fundadores, poco a poco fueron desplazados por cristianos más jóvenes con nuevas visiones de como hacer las cosas y el cambio no se hizo esperar.

Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.  1ra de Corintios 15-57-58

Para salir del embrollo, el nuevo pastor dirigió al rebaño hacia todo lo opuesto –fenómeno rebote- sin embargo, Dios ha estado moviéndose en la dirección que El quiere para nuestra iglesia, que ni son peras, ni manzanas.  Ni “A” ni  “B”.  Lo mismo sucedió con el protestantismo. Se salieron de Roma, y se fueron al otro extremo. Sin embargo, trajeron consigo reminiscencias del Romanismo las cuales persisten hasta hoy dentro del protestantismo. Dios en su soberanía, creó algo nuevo con un fundamento viejo. El nuevo testamento esta fundado sobre el antiguo, y aunque no lo invalida, sigue siendo un fundamento. Lo mismo sucede con las iglesias de hoy. Muchas están fundadas en un fundamento viejo, desgraciadamente algunas se transforman en retrógradas imponiendo en las ovejas legalismo farisaico del cual Jesús dedicó mucho tiempo y palabras para exponer y erradicar. Seamos pues balanceados en todo, evitando así rebotar de un extremo a otro. Buscar el balance es reconocer el valor del Antiguo Pacto, pero vivir en el Nuevo Pacto, donde Jesucristo es la Cabeza y autoridad de los creyentes, y con El la libertad del Espíritu, obras, señales y milagros para testimonio de El y sólo de El. Jesús es digno pues de recibir toda honra y alabanza por siempre, por todos los días de nuestra vida. Como dijo el Predicador, debemos evitar la Vanidad la cual ha tumbado muchos pero muchos ministerios que antes servían a Dios.