Después de haber sobrevivido un año más a la familia, a las comilonas y al enchufar las luces del arbolito me pregunto ¿pero de verdad sabemos qué diantres celebramos en Navidad?
La mayoría de las fiestas tradicionales tienen su verdadero origen en el paganismo o el panteísmo. La mayor parte de las veces se trata de fiestas y celebraciones asociadas a sucesos astronómicos y naturales cuya importancia para los pueblos de la antigüedad estaba relacionada con la agricultura y las cosechas. Y la Navidad no es una excepción.
La Iglesia se apropió más tarde de muchas de estas celebraciones, en parte para eliminar su carga pagana, en parte para incorporarlas a su doctrina y no soliviantar a sus fieles.
Los origenes de la Navidad y de algunos de sus símbolos pueden remontarse a los cultos celtas que se rendían al sol cuando éste comenzaba a “renacer” a partir del solsticio de invierno.
Estos cultos celtas tienen sus antecedentes en las Saturnales, festividades romanas que tenían lugar del 17 al 24 de diciembre (según el calendario juliano), en honor a Saturno, deidad de la agricultura. Las Saturnales se festejaban con banquetes e intercambio de regalos entre parientes y amigos.
A las Saturnales seguía una celebración romana muy importante: la Brumalia (25 de diciembre), o más conocida como Nacimiento del Sol Invicto y que coincidía entonces con el solsticio de invierno.
Tal acontecimiento tenía lugar en todo el Imperio Romano y celebraba el nacimiento de Mitra, dios solar de origen persa cuyo culto guarda sorprendentes analogías con el cristianismo.
El solsticio de invierno, el día más corto del año en el hemisferio norte, conmemoraba el nacimiento del nuevo Sol, señalando el inicio de un nuevo año astronómico. Solsticio proviene del latín solstitium, que significa “el Sol se detiene”.
La conmemoración astronómica señalaba la importancia de la luz sobre las tinieblas. Y su importancia radicaba en la relación del Sol con la siembra, las cosechas y las estaciones del año.
Posteriormente la Iglesia edulcoró la influencia pagana que identificaba al Hijo de Dios con el Sol. Jesucristo reemplazó al mito solar modificando la significación de la fecha aunque el culto fuese el mismo. Las coincidencias son más que notables. Jesucristo nace en el solsticio de invierno. Su resurrección se produce durante el equinoccio de primavera. Y es secundado además por doce apóstoles como, curiosamente, doce son también las constelaciones del Zodiaco que el Sol recorre a lo largo de la Eclíptica.
Pero si la Navidad se asocia a la fiesta del “Sol Naciente”, como acabamos de ver, entonces ¿por qué tiene lugar el 25 de diciembre y no el 21 como correspondería al solsticio?
El calendario juliano vigente en el Imperio Romano no medía con exactitud el año astronómico: era 11 minutos y 14 segundos mayor que éste. Eso suponía un día de más cada 128 años. La primera vez que se abordó el error fue durante el Concilio de Nicea (por entonces, ya se habían acumulado unos tres días).
El concilio fijó el equinoccio de primavera ante la necesidad de conocer el Domingo de Pascua. El Domingo de Pascua es la base del calendario eclesiástico, de ahí la importancia de conocer su precisa ubicación en el año.
La Pascua tiene su origen a su vez en el calendario judío y éste es lunar en su mayor parte. El Domingo de Pascua coincide con el primer fin de semana tras la primera luna llena después de la entrada de la primavera. Ésa es la razón por la que las fechas de la Semana Santa varían de año a año.
Para corregir los días de más acumulados, el Concilio de Nicea decidió mover el equinoccio de primavera del 25 al 21 de marzo. Al trasladar esa efeméride, lo hicieron también todas las demás, pasando el solsticio de invierno a producirse el 21 de diciembre (como sucede en la actualidad).
Sin embargo, la celebración de la festividad siguió emplazada en el 25 de diciembre (fun?, fun?, fun?).
En los albores del cristianismo la Navidad no se festejaba como tal. Su introducción fue paulatina a partir del siglo IV.
Pero ni siquiera la propia Iglesia sostiene hoy día la fecha del 25 de diciembre como la del nacimiento histórico de Jesús.
Si hemos de creer el relato de los Evangelios (”¡ah!, para esto si nos los creemos, ¿eh? ¡Muy bonito, muy bonito…!”), “había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño” (Lucas 2, .
No parece posible que, de haber nacido en pleno invierno, los rebaños y los pastores permanecieran al raso en esa región del mundo durante la noche (…de paz?Noche de amor…?)
Además, es notorio que nuestro calendario tampoco es del todo exacto. El calendario gregoriano por el que nos guiamos y que sustituyó al calendario juliano en 1582, está basado en los cálculos de Dionisio el Exiguo. El monje fijó el “origen de coordenadas” en el año del nacimiento de Cristo. Pero cometió dos errores garrafales.
El primero fue precisamente no marcar como origen un año “cero”. Así, en nuestras cuentas pasamos del año 1 a.C. al año 1 d.C. El segundo fue no contabilizar cuatro años del gobierno de Herodes.
Luego, como poco, los cálculos erraban en cuatro o cinco años de menos. Y, por tanto, el Niño Jesús no sólo no pudo nacer en la noche del 24, ni tampoco en diciembre, sino que en verdad Cristo nació en alguna fecha imprecisa “antes de Cristo”. Con todo y con eso, la palabra Navidad deriva justamente de natividad, refiriéndose a tal acontecimiento.
En cambio, los pueblos no romanizados situados más a Oriente adoptaron la celebración el 6 de enero. Incluso parece que los cristianos de Oriente reprochaban a sus hermanos su idolatría y culto al Sol por aceptar como cristiana una festividad pagana.
Aún hoy los cristianos ortodoxos celebran la Navidad en ese día (¿ves Data? Todavía quedaba tiempo para publicar el comentario).
Pero tampoco ellos están libres de reminiscencias paganas, puesto que al parecer esa era la fecha del nacimiento de Osiris entre los egipcios y la de Dionisio entre los griegos.
Referencias:
Enciclopedia Católica: Navidad
Simbolismos en las fiestas navideñas
Las Tradiciones Paganas en el Cristianismo
¿Por qué decimos que Jesucristo nació “antes de Cristo”?
La Navidad, una patraña histórica
¿Por qué hoy es el día de Navidad?
Influencia del mundo pagano en el origen del cristianismo
El misterio de Mitra y el misterio cristiano
Elementos de continuidad entre el culto del dios Mithra en Oriente y Occidente