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www.evangelistas777.es - IDIOMA GRIEGO
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BUENO CREO QUE DEBEMOS ESTUDIAR LA BIBLIA POR QUE LA ESCRITURA ES PARA NUESTRA ENSEÑANZA(romanos 15:4)
romanos 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza
entonces vamos a ver que es lo que dice la escritura si hay otro intermediario entre Dios y los hombres que no sea ajesucristo (1ra timoteo 2:5 s.juan 16:23)
1ra timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre
s.juan 16:23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
hay que entender que no hay mas intermediarios que Dios ha puesto en la tierra aparte de jesucristo nuestro señor
se debe venerar algun santo
que es lo que dice la biblia
levitico 26:1 No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios
salmos 115:4 Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.
115:5 Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;
115:6 Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen narices, mas no huelen;
115:7 Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No hablan con su garganta.
115:8 Semejantes a ellos son los que los hacen
claramente dice que no debemos hacer ninguna imagen y hemos visto biblicamente que el unico intermediario entre Dios y los hombres es jesucristo nuestro señor
y que la gracia de nuestro señor jesucristo sea con todos vosotros
Cantar
A. Verbos
1. ado (a/dw) se usa siempre de alabar a Dios: (a) intransitivamente (Ef 5.19; Col 3.16); (b) transitivamente (Ap 5.9; 14.3; 15.3).
2. psalo (yavllw), se traduce «cantar» en Stg 5.13: «cante alabanzas».
3. humneo (uJmnevw), relacionado con humnos. Se usa: (a) transitivamente (Mt 26.30; Mc 14.26), donde el himno era aquella parte del Hallel que estaba integrada por los Salmos 113-118; (b) intransitivamente, donde el verbo mismo se traduce cantar alabanzas o himnos (Hch 16.25; Heb 2.12). Los Salmos, por lo general, son llamados «himnos» por Filón; Josefo los denomina «cánticos e himnos».
4. foneo (fonevw), sonar (castellano, fono). Se usa como «cantar» en el NT solo del cantar del gallo (Mt 26.34,74,75; Mc 14.30,68,72, dos veces; Lc 22.34,60,61; Jn 13.38; 18.27).
B. Nombre
ode (wjdhv), oda, cántico. Se usa siempre en el NT (como en la lxx), en alabanza de Dios o de Cristo; en Ef 5.19 y en Col 3.16 se añade el adjetivo «espiritual», por cuanto la palabra misma es genérica y pudiera ser usada de cánticos de tipos desde luego no espirituales; en Ap 5.9 y 14.3a la palabra descriptiva es «nuevo» (kainos, nuevo en referencia a carácter y forma. Véase NUEVO), indicando un cántico cuyo significado estaba restringido a aquellos mencionados (v. 3b); en 15.3, dos veces: «el cántico de Moisés … y el cántico del Cordero», el primero celebrando la liberación del pueblo de Dios por su poder, el último celebrando la redención mediante el sacrificio expiatorio.
Casa
A. Nombres
1. oikos (oi[ko") denota:(a) casa, morada (p.ej., Mt 9.6,7; 11.8). Se usa del tabernáculo, como la casa de Dios (Mt 12.4), y similarmente del templo (p.ej., Mt 21.13; Lc 11.51: «templo», rv, rvr, rvr77; «santuario», vm; Jn 2.16,17); el Señor lo llama «vuestra casa» en Mt 23.38 y Lc 13.35 (los hay que consideran que se trata aquí de la ciudad de Jerusalén); se usa metafóricamente de Israel como casa de Dios (Heb 3.2,5), donde «su casa» no es la de Moisés, sino la de Dios; de creyentes, similarmente (v. 6), donde se habla de Cristo como «sobre la casa de Dios» (Heb 10.21; 1 P 2.5; 4.17); del cuerpo (Mt 12.44; Lc 11.24); (b) por metonimia, de los miembros de una casa o de una familia (p.ej., Lc 10.5; Hch 7.10; 11.14; 1 Ti 3.4,5,12; 2 Ti 1.16; 4.19; Tit 1.11, plural); de una iglesia local (1 Ti 3.15); de los descendientes de Jacob (Israel) y de David (p.ej., Mt 10.6; Lc 1.27,33; Hch 2.36; 7.42).
Con la preposición eis, hacia, se usa con el significado «a casa» en Mc 8.3: «a sus casas»; con la preposición en, se usa en 1 Co 11.34: «coma en su casa»; 14.35: «pregunten en casa»; con la preposición kata, abajo, en Hch 2.46: «partiendo el pan en las casas»; igualmente en 5.42: «por las casas».
Nota: En Lc 24.12 el pronombre reflexivo jauton (en algunos mss. jeauton), precedido por pros, a, se traduce «a casa» (lit., «a sí mismo»), de la partida de Pedro de la tumba del Señor; en Jn 20.10, se usa la misma construcción, en el plural, de Pedro y de Juan en la misma ocasión, y se traduce «se volvieron (los discípulos) a los suyos».
2. oikia (ojikiva) es un vocablo relacionado con el Nº 1, y se usa de una manera muy similar; en la ley ática oikos denotaba toda una finca, en tanto que oikia solo se refería a la morada; en el griego posterior esta distinción llegó casi a perderse. En el NT denota: (a) casa, morada (p.ej., Mt 2.11; 5.15; 7.24-27; 2 Ti 2.20; 2 Jn 10); no se usa ni del tabernáculo ni del templo, a diferencia del Nº l; (b) metafóricamente, de la morada celestial, cuando el Señor habla de «la casa de mi Padre» (Jn 14.2); de la morada eterna de los creyentes; del cuerpo como la morada del alma (2 Co 5.1); similarmente, del cuerpo de resurrección de los creyentes (en el mismo pasaje anterior); de propiedades (p.ej., Mc 12.40); por metonimia, los moradores de una casa, una familia (p.ej., Mt 12.25; Jn 4.53;1 Co 16.15).
3. therapeia (qerapeiva), servicio, cuidado, atención. Se usa también en el sentido colectivo, de una familia, traducido «casa» en Mt 24.45 (tr; «familia», vm; Lc 12.42). Los mejores mss. tienen oiketeia en Mt 24.45, con el significado de «servidumbre», los siervos en la casa.
4. misthoma (mivsqwma), primariamente, precio, alquiler, como en la lxx en Dt 23.18; Pr 19.13; Ez 16.31,34,41, etc. relacionado con misthos, salario, alquiler, y con misthoo, contratar; en el NT se usa en Hch 28.30, de una «casa alquilada» (rvr; vm: «vivienda alquilada»).
5. oikodespotes (oijkodespovth"). Véanse FAMILIA, PADRE, SEÑOR.
B. Adverbio
panoikei (panoikeiv) denota «con toda su casa» (Hch 16.34), esto es, la familia entera.
C. Adjetivos
1. oikeios (ojikei`o"), relacionado con A, Nº 1, significa primariamente de, o perteneciente, a una casa, por ello, de personas, de la familia de uno, como en 1 Ti 5.8: «los de su casa»; en Ef 2.19: «miembros de la familia de Dios» denota la compañía de los redimidos; en Gl 6.10, recibe el nombre de «los de la familia de la fe». En estos dos casos oikeios se usa en el mismo sentido que los mencionados bajo oikos.
2. oikiakos (oijkiakov"), de A, Nº 2. Denota perteneciente a la familia de uno, lo propio de uno; se usa en Mt 10.25,36.
3. oikourgos (oijkourgov"), trabajando en casa (oikos, y una raíz de ergon, trabajar). Se usa en Tit 2.5: «trabajadoras en la casa», vha; «hacendosas», vm; «cuidadosas de su casa», rvr; en la exhortación dada a las mujeres mayores con respecto a la instrucción a dar a las mujeres jóvenes. Algunos mss. tienen oikouros, vigilante o cuidadora de la casa (oikos, y ouros, guardador); de ahí la traducción de la rvr: «cuidadosas de su casa».
Castigar
A. Verbos
1. dicotomeo (dicotomevw), (dica, aparte; temno, cortar; tome, corte) lit., cortar en dos partes (Mt 24.51), cortar en dos (Lc 12.46). La vha lo traduce «le partirá por la mitad», la rv: «le cortará por medio» en el primer pasaje, y «le apartará» en el segundo; la rvr77: «lo castigará muy duramente», y «le cortará», respectivamente; la rvr: «le castigará duramente» en ambos pasajes. Véase DURAMENTE. Los hay que piensan que la referencia es al modo de castigo, por el que los criminales y cautivos eran cortados por la mitad; otros, basados en que el delincuente en estos dos pasajes sobrevive después de la aplicación del castigo, toman el verbo como denotando cortar con azotes, azotar con severidad, usándose la palabra en sentido figurado.
En cuanto a Mt 24.51, se ha hecho la observación que el ser cortado por medio era un castigo apropiado para uno que había vivido una doble vida. En ambos pasajes la última parte de la sentencia se aplica a la retribución más allá de esta vida. En la lxx se usa el verbo en Éx 29.17 de cortar el carnero como holocausto en la consagración de los sacerdotes. El nombre correspondiente se halla en Gn 15.11,17; Éx 29.17; Lv 1.8; Ez 24.4.
2. kolazo (kolavzw) denota en primer lugar cortar, podar, restringir, mutilar (de kolos); de ahí, restringir, castigar. Se usa en la voz media en Hch 4.21; en la voz pasiva en 2 P 2.9, ser castigado (lit., «siendo castigados»), un tiempo presente futurativo.
3. tmoreo (timwrevw), primariamente, ayudar, luego, vengar (de time, valor, honor, y ouros, guardián), esto es, ayudar enderezando agravios. Se usa en la voz activa en Hch 26.11, «castigándo(los)»; con la voz pasiva en 22.5, lit., «(que) puedan ser castigados» (rvr: «que fuesen castigados»).
4. ekdikeo (ejkdikevw), [ek, de (partitivo); dike, justicia; véase B, Nº 1], esto es, aquello que procede con justicia. Significa: (a) vindicar el derecho de una persona; (b) vengar una cosa. Con el significado (a), se utiliza en la parábola del juez injusto (Lc 18.3,5), de la vindicación de los derechos de la viuda; con el significado (b) se usa en Ap 6.10 y 19.2, del acto de Dios al vengar la sangre de los santos; en 2 Co 10.6, de la disposición del apóstol a utilizar su autoridad apostólica para castigar la desobediencia por parte de sus lectores.
5. paideuo (paideuvw) denota primariamente instruir niños (pais, niño), sugiriéndose la idea más amplia de educación (Hch 7.22; 22.3); véase también Tit 2.12: «enseñando», aquí de una instrucción llena de gracia y firme, que trae salvación, que emplea medios para darnos una plena posesión de ella; de ahí disciplinar, siendo esto parte de la enseñanza, ya sea: (a) mediante la corrección por la palabra, reprendiendo y exhortando (1 Ti 1.20; 2.25); o (b) castigando mediante la aplicación de males y calamidades (1 Co 11.32; 2 Co 6.9; Heb 12.6,7,10; Ap 3.19). El verbo tiene también el significado de castigar con golpes, azotar, dicho del mandato de un juez (Lc 23.16, 22).
B. Nombres
1. dike (divkh), justicia, o ejecución de una sentencia. Se traduce «castigo» en Jud 7.
2. ekdikesis (ejkdivkesi") se traduce en 1 P 2.14 como «castigo» en la rvr, rvr77, vm (rv: «venganza»).
3. epitimia (ejpitimiva) significa en el NT pena, castigo (2 Co 2.6: «reprensión», rv, rvr, rvr77; «castigo», vm). Significaba originalmente el disfrute de los derechos y privilegios de la ciudadanía; vino después a ser usada de la estimación (time) fijada por un juez de la infracción de tales derechos, y de ahí, en general, vino a designar una pena.
4. kolasis (kovlasi"), relacionado con kolazo. Véase A, Nº 2, castigo. Se usa en Mt 25.46: «castigo eterno», y en 1 Jn 4.18: «el temor lleva en sí castigo», que describe un proceso, no meramente un efecto. Este tipo de temor es expulsado por el amor perfecto. Cuando el amor de Dios se perfecciona en nosotros, no deja lugar al temor de sufrir su reprobación. El castigo que aquí se menciona es la consecuencia inmediata del sentimiento de pecado, no un temor santo y reverente; sino un temor abyecto, la negación del disfrute del amor.
5. timoria (timwriva), primariamente ayuda (véase A, Nº 3). Denota venganza, castigo (Heb 10.29).
Nota: La distinción, que algunas veces se sugiere, entre el Nº 3 como siendo de carácter disciplinario, con especial referencia al sufriente, y el Nº 5, como siendo penal, con referencia a la satisfacción de aquel que lo infringe, no se puede mantener en el griego koine de la época del NT.
Complacer, Complacencia
1. eudokeo (eujdokevw), significa: (a) estar complacido, considerar bueno (eu, bueno, y dokeo, parecer bueno); no meramente un conocimiento de lo que es correcto y bueno, como en dokeo, sino acentuando la buena disposición y la libertad de una intención o resolución con respecto a lo que es bueno (Lc 12.32: «le ha placido»; lo mismo en Ro 15.26: «tuvieron a bien»; v. 27: «les pareció bueno»; 1 Co 1.21: «agradó a Dios»; Gl 1.15: «agradó», rv: «plugo»; Col 1.19: «agradó»; 1 Ts 2.8: «hubiéramos querido», rv: «quisiéramos»); este significado se halla frecuentemente en los papiros en documentos legales; (b) hallar complacencia en, estar complacido en (p.ej., Mt 3.17: «tengo complacencia», RV: «tengo contentamiento»; 12.18: «se agrada»; 17.5: «tengo complacencia», rv: «tomo contentamiento»; 1 Co 10.5: «no se agradó»; 2 Co 12.10: «me gozo»; 2 Ts 2.12: «se complacieron», rv: «consintieron»; Heb 10.6: «agradaron»; v. 8: «agradaron»; v. 38: «agradará»; 2 P 1.17: «tengo complacencia», rv: «me he agradado»).
2. suneudokeo (suneudokevw), lit., pensar bien con (sun, con; eu, bien; dokeo, pensar), tener agrado con otros en cualquier cosa, aprobar a alguien, asentir. Se usa en Lc 11.48, de consentir en los malvados hechos de antepasados: «consentidores» (rv: «que consentís»); en Ro 1.32, de consentir en hacer el mal: «se complacen» (rv: «consienten»); en Hch 8.1; 22.20, de consentir en la muerte de otro: «consentía». Todos estos son casos de consentir o de complacerse en algo malo. En 1 Co 7.12,12: «consiente», se usa del consentimiento de una esposa no creyente a vivir con su marido convertido, y del consentimiento de un marido no creyente en vivir con una esposa creyente.
La libertad del perdón
Por JOSE LUIS SANTAMARIA
El crecimiento es una experiencia dolorosa. Recuerdo cómo se reían de mí, cómo se burlaban y me excluían los demás. Esto parecería ser a lo que normalmente se enfrentan los niños, pero cuando uno se convierte en el hazme reír de todos, el ser ridiculizado se convierte en parte de la vida.
Algunos niños son crueles con aquellos que no son como ellos. Yo era diferente en muchas maneras. Era la de más alta estatura de mi clase, y tenía impedimentos físicos que no me permitían hacer todo lo que ellos hacían. Más tarde era aquella que era de esa iglesia rara. En mi pequeña mente yo razonaba que se me trataba de esa manera por ser una niña mala, y que todo era mi culpa.
Muchos han sido heridos durante su niñez, algunos por negligencia y otras formas de abuso, otros por no recibir el amor que con desesperación necesitan los niños. Podemos ser heridos no tan sólo en la niñez, sino también en nuestra vida diaria como adultos. Después de ser heridos, es natural sentir enojo, ira, tristeza y depresión.
Podemos reaccionar al daño sofocando el dolor o esperando simplemente que desaparezca. Pero las emociones que no son resueltas comúnmente sacan sus feas cabezas y furtivamente vuelven a surgir en nuestra vida diaria. Si no se maneja adecuadamente, el enojo puede tornarse en amargura, la cual nos puede destruir. Pero hay una manera de escapar.
Encontrando soluciones
Hace unos años tuve que volver a casa para asistir al funeral de mi hermano. Las emociones de los recuerdos de mi niñez se desbordaron a borbollones como de una cañería maestra rota. Tenía tanto enojo, sentimiento y dolor embotellado dentro de mí que si yo hubiera sido un cohete, me hubiera disparado hacia la luna.
Le pedí a Dios que me ayudara a encontrar las respuestas. Dios tiene muchos instrumentos que él usa para ayudar a cada uno de nosotros; uno de estos instrumentos son los consejeros profesionales. En muchos casos, un consejero es una persona segura con quien tratar las emociones negativas sin el temor de ser juzgado o de comprometer la reputación propia o la de otros.
El enojo, la ira, la tristeza y la depresión son emociones humanas. Dios las creó. La llave es manejarlas apropiadamente. El entender el concepto de la gracia, la misericordia y el amor de Dios fue como un ungüento en mis heridas.
Muchos tratan de ganar la salvación haciendo buenas obras y tratando de ser suficientemente buenos ante Dios. Mas Cristo murió por nosotros porque él sabía que no podríamos guardar la ley perfectamente o suficientemente bien, y su sacrificio nos salva a diario.
Cuando entendemos en nuestro corazón no tan sólo en nuestras cabezas que el amor de Dios es incondicional, y que él nos ama por lo que somos y por nuestra manera de ser, nos libera para amar y ser amados. Nuestra obediencia no tiene que proceder del temor o de otra razón que podamos tener, sino del amor y gratitud por todo lo que Dios ha hecho por nosotros.
La libertad del perdón
Esto conduce al perdón. Quizá hemos pedido muchas veces que Dios nos perdone como nosotros perdonamos a otros (Mateo 6:14-15). Pero el perdón y el amor provienen del corazón, no solamente del intelecto.
Puede ser difícil considerar con cuidado las experiencias traumáticas de nuestro pasado, y mucho más perdonar a aquellos que tuvieron parte en ello. Pero debido a que somos amados por Dios y él nos libera, ¿no querríamos hacer lo mismo con otros?
El amor no el juzgar y el perdón van de la mano. Perdonar es quitar cualquier culpa que hayamos puesto en quien sea o por lo que sea y desecharla. Perdonar no quiere decir que estamos de acuerdo con lo que se ha hecho o que lo condonamos, pero que ya no culpamos más a nadie.
Este proceso de expresar nuestras emociones y de aprender a amar y a perdonar toma tiempo. No es fácil perdonar, y en ocasiones es doloroso, pero es muy necesario.
"Así que aquel a quien ustedes perdonen algo", dijo Pablo a la iglesia primitiva en 2 Corintios 2:10, "también yo se lo perdono. Y se lo perdono, si es que había algo que perdonar, por consideración a ustedes y en presencia de Cristo" (Versión Popular).
Podemos perdonar a cualquiera que nos haya hecho daño.Todo daño es real, no importa quien sea el culpable. Ninguna persona u organización es perfecta o lo llegará a ser.
Este proceso es también acerca de aprender a ser responsables por nuestras vidas. Perdonar no depende en que las personas sean las primeras en decir que lo sienten. Eso sería bueno pero quizá nunca ocurra. No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos cambiar cómo será el futuro, comenzando con el día de hoy.
El perdón nos da la libertad de ser más como Dios es, lo cual incluye tener amor incondicional. Continuaremos sintiendo las heridas y siendo heridos por otros porque somos humanos. Pero hay una manera de escapar. El peso de las emociones dolorosas puede ser aliviado, perdonando en verdad y siendo perdonados.
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