|
www.evangelistas777.es - MARIDOS NUNCA DEGEN DE PERSEGUIR A SUS ESPOSAS
|
|
|
Maridos:
¡Nunca dejen de perseguir a sus esposas! |
Mi esposa y yo nos amamos mucho, pero estamos pasando por una época de frialdad. No nos sentimos muy carca el uno del otro. ¿Es esto normal? ¿Hay alguna forma de reavivar el fuego que una vez existió... el fuego de cuando recién nos casamos?
Esto sucede tarde o temprano en TODO matrimonio. Es como si los esposos hubieran perdido por un tiempo la fuente de energía que antes activaba su romance.
Que de repente desaparezca o ser pierda de vista la fuente de donde ustedes deben revitalizar esa energía podía significar la muerte segura para un matrimonio. Los antiguos navegantes de barcos de velas temían a muchas cosas, entre ellas piratas, huracanes y otras vicisitudes marinas. También temían a que se les agotabaran las provisiones de agua y víveres. Pero a lo que más temían era a ir a la deriva durante días o incluso semanas sin brisa que los pusiera de nuevo en camino. Esa brisa es como la energía que a muchos matrimonios parece que se les agota.
También los matrimonios que una vez fueron emocionantes y llenos de amor se pueden ver atrapados en la zona de calma romántica, la cual puede causar la muerte lenta y dolorosa de la relación. El que los cónyuges salgan solos y se traten románticamente, puede cambiar estas pautas y ser muy divertido. Por supuesto que no hay medicina instantánea para un matrimonio estancado, pero se pueden echar a un lado las excusas para comenzar a tener citas amorosas con la persona que se ama. De hecho, podrían tratar de pensar como adolescentes de nuevo. Permítanme explicarles.
Recuerden por un instante las locuras de los días en que eran novios: la timidez, el coqueteo, las fantasías, la búsqueda del premio. Cuando pasamos del noviazgo al matrimonio, a la mayoría de nosotros nos pareció que debíamos crecer y dejar detrás los juegos. Sin embargo, es posible que no hayamos madurado tanto como nos gustaría creer.
En algunos sentidos, nuestras relaciones románticas siempre tendrán algunas de las características de la sexualidad adolescente. A los adultos les sigue gustando la emoción de la conquista; siguen sintiendo el atractivo de lo inalcanzable, la emoción de lo nuevo y el aburrimiento de lo viejo. Por supuesto, en una relación donde hay un compromiso, se controlan y reducen al mínimo los impulsos inmaduros, pero nunca desaparecen por completo.
Esto los podría ayudar a mantener la vitalidad en su matrimonio. Cuando las cosas se hayan vuelto aburridas entre usted y su cónyuge, necesitarán recordar algunos de los viejos trucos. ¿Qué tal un desayuno en la cama? ¿Un beso bajo la lluvia? ¿O volver a leer juntos sus viejas cartas de amor? ¿Una noche en un hotel cercano? ¿Una llamada telefónica al mediodía? ¿Una rosa y una nota amorosa? Hay docenas de formas para hacer que de nuevo sople el viento en las velas.
Si les parece un poco inmaduro actuar de nuevo como adolescentes, tengan presente esto: En los mejores matrimonios, la conquista no termina nunca.
|
Mi esposa me dejó por otro. ¿Es toda la culpa mía?
La realidad es que existe mucha gente irresponsable antes del matrimonio, y aún después del matrimonio siguen siendo irresponsables.
La persona que nos envía esta pregunta nos dice que "su esposa se fue con otro hombre, sentí como que todo aquello era culpa mía. Aún me siento así. Lo peor es que yo siempre le he sido fiel a mi mujer, y sin embargo, aquí estoy, culpándome por este abandono."
La reacción típica de un esposo que ha sido dejado por otro hombre o de una mujer que ha sido dejada por otra mujer, consiste en asumir toda la responsabilidad por la conducta del compañero que no ha sido fiel. El que ha sido herido y abandonado es el que sufre más por sentirse culpable e inferior.
Es extraño que la persona que trató de que no se destruyera el matrimonio ante un rechazo tan evidente, sea con frecuencia la que se pregunte en qué falló. Con frecuencia es el abandonado el que se pregunta si tal vez no fue lo suficientemente mujer para retener a su hombre. "No soy nada; si no, él no me habría dejado", con frecuencia piensa la víctima. "Si hubiera buscado la forma de que nuestras relaciones sexuales fueran más emocionantes... Yo fui la que hice que se fuera; no soy bastante bonita. Nunca lo merecí".
Pero mi padre siempre decía, cuando uno de los hijos le íbamos a dar alguna queja de uno de los demás hijos: "Mi hijo, busca a tu hermano, porque se necesitan dos para bailar el Tango." En esta sabia expresión mi papá nos enviaba el mensaje siguiente: "Tú no eres un santo y necesito que tu hermano también me diga la versión de los hechos según su interpretación". Pero la verdad es que cuando somos abandonados, generalmente tendemos a pensar que "el Tango lo hemos bailado solos".
En el matrimonio, cuando uno de los cónyuges se decide a comportarse de manera irresponsable, a tener aventuras fuera del matrimonio, o a huir de sus compromisos y obligaciones familiares, suele tratar de justificar su conducta trayendo a la luz las faltas del otro cónyuge. Con frecuencia escuchamos esto: "Tú no satisfacías mis necesidades, así que las tuve que ir a satisfacer a otro lado", es la acusación tan familiar. Al aumentar de esta forma la sensación de culpa de su cónyuge, reduce la suya propia. Si el otro cónyuge tiene poca autoestima, acepta e internaliza esas acusaciones y recriminaciones como realidades indiscutibles.
El Dr. Dobson concluye:
"Usted debe resistir a la tentación de echarse toda la culpa. No le estoy recomendando que se limite a quedarse sentado detestando el recuerdo de su esposa. La amargura y el resentimiento son cánceres emocionales que nos destruyen por dentro. Sin embargo, lo animo a que examine con detenimiento los hechos. Hágase estas preguntas: A pesar de mis numerosos errores y faltas en mi matrimonio ¿consideraba que mi familia era valiosa y luché por conservarla? ¿Decidió mi esposa destruirla y después buscar la forma de justificar sus acciones? ¿Me dio una oportunidad justa para resolver aquellas cosas que le causaban más irritación? ¿La habría podido retener, aun después de haber hecho todos los cambios que ella quería? ¿Es razonable que me odie a mí mismo por esto que ha sucedido?"
Pondere todos los factores, y aprenda de los errores que sin duda usted cometió. Porque si lo hace tal vez comience a verse como víctima de la irresponsabilidad de su esposa, en lugar de verse como un fracasado que no sirve para nada.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,todo lo soporta." 1 Corintios 13:4-7
Jesús
iesous ( jIhsou`") es una transliteración del nombre heb. «Josué», significando «Jehová es salvación»; esto es, «es el Salvador»; era «un nombre común entre los judíos (p.ej., Éx 17.9; Lc 3.29; Col 4.11). Fue dado al Hijo de Dios en la encarnación como su nombre personal, en obediencia a la orden dada por un ángel a José, el marido de su madre, María, poco antes de que Él naciera (Mt 1.21). Es con este nombre que se le designa generalmente en las narraciones evangélicas, pero no sin excepciones, como en Mc 16.19; Lc 7.13, y una docena más de pasajes en este Evangelio, y en unos pocos lugares en el de Juan.
«Jesucristo» aparece solo en Mt 1.1,18; 16.21, margen; Mc 1.1; Jn 1.17; 17.3. En Hechos se halla frecuentemente el nombre «Jesús». «Señor Jesús» se usa normalmente, como en Hch 8.16; 19.5,17; véase también los relatos de las palabras pronunciadas por Esteban (7.59), por Ananías (9.17), y por Pablo (16.31); aunque tanto Pedro (10.36), como Pablo (16.18), usaron también «Jesucristo».
En las epístolas de Santiago, Pedro, Juan y Judas, el nombre personal no se encuentra solo ni una sola vez, pero sí en Apocalipsis, donde se encuentra ocho veces (vm, 1.9; 12.17; 14.12; 17.6; 19.10, dos veces; 20.4; 22.16). En la rvr se exceptúan los dos primeros pasajes, donde aparece el nombre compuesto «Jesucristo» (tr).
En las Epístolas de Pablo, «Jesús» aparece solo únicamente trece veces, y en Hebreos ocho veces; en esta última, el titulo «Señor» se añade solo una vez (13.20). En las Epístolas de Santiago, Pedro, Juan y Judas, hombres que acompañaron al Señor en los días de su carne, «Jesucristo» es el orden invariable (en vm) del nombre y título, porque este fue el orden de su experiencia; lo conocieron primero como «Jesús», llegando a aprender, finalmente, en su resurrección, que Él era el Mesías. Pero Pablo llegó a conocerlo por primera vez en la gloria celestial (Hch 9.1-6), y siendo así su experiencia la inversa de la de los otros, se halla frecuentemente el orden inverso, «Cristo Jesús», en sus epístolas, pero, exceptuando Hch 24.24, no aparece en ningún otro lugar de la vm.
En las cartas de Pablo, el orden siempre está en armonía con el contexto. Así, «Cristo Jesús» describe al Excelso que se humilló a sí mismo (Flp 2.5), y da testimonio de su pre-existencia; «Jesucristo» describe al Menospreciado y Rechazado que fue después glorificado (Flp 2.11), y da testimonio de su resurrección. «Cristo Jesús» sugiere su gracia; «Jesucristo» sugiere su gloria» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 26, 29).
Joven
1. neoteros (newvtero"), grado comparativo de neos, nuevo, joven. Se traduce «jóvenes» (Hch 5.6; 1 Ti 2.4; Tit 2.6; 1 P 5.5). En realidad, significa «más jóvenes», y así se traduce en Lc 22.26; Jn 21.18; 1 Ti 5.1,11; en el v. 2, se traduce «jovencitas», y en Tit 2.4, «mujeres jóvenes».
2. neanias (neaniva"), hombre joven. Se usa en Hch 7.58; 20.9; 23.17 y en tr en vv. 18,22.
3. neaniskos (neanivsko"), diminutivo del Nº 3; joven. Aparece en Mt 19.20,22; Mc 14.51, dos veces; 16.5; Lc 7.14; Hch 2.17; 5.10, esto es, servidores; 23.18, en los textos más comúnmente aceptados, 22; también en 1 Jn 2.13-14, de la segunda rama de la familia espiritual.
Nota: El término pais se usa en Hch 20.12 con el significado de niño en relación con su ascendencia, «joven» (rvr; rv: «mozo»; Besson: «muchacho»).
|
|
|
Hoy habia 11 visitantes (14 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
|
|
|
|