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Los esposos deben estar amando a sus esposas

Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella. De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos (Efe. 5:25, 28).

Pablo no trata en detalle todo problema imaginable que pueda surgir entre los cónyuges. Más bien, llega al fondo de la cuestión señalando lo que debe ser un componente esencial de los cimientos de todo matrimonio cristiano: el amor. De hecho, el amor se menciona tres veces en los versículos antes citados. Observe también que el apóstol dice a los esposos que “continúen amando a sus esposas”.
Sin duda, se daba cuenta de que enamorarse puede ser mucho más fácil que seguir enamorado. Tal afirmación es especialmente cierta en estos “últimos días”, en los que tantos hombres son “amadores de sí mismos” y “no [están] dispuestos a ningún acuerdo” (2 Tim. 3:1-3). Esas características están destrozando muchos matrimonios hoy, pero un esposo amoroso no debe permitir que la actitud egoísta del mundo influya en su modo de pensar y actuar (Rom. 12:2).

AME A SU ESPOSA
La Biblia, con sabiduría divina, declara: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos.” (Efe. 5:28-30) Vez tras vez la experiencia ha demostrado que, para estar felices, las esposas necesitan sentir que se les ama. Esto significa que el esposo debe dar a su esposa atención especial, incluso ternura, comprensión y un sentido de seguridad. Es preciso que él ‘le asigne honor,’ como dice la Biblia, y que la tome en consideración en todo lo que haga. De este modo se ganará el respeto de ella.—1 Ped. 3:7.

RESPETE A SU ESPOSO
Y ¿qué hay de las esposas? “La esposa le debe tener profundo respeto a su esposo,” declara la Biblia. (Efe. 5:33) El que algunas esposas no obedezcan este consejo es una de las causas que más contribuyen a que los esposos sientan resentimiento para con sus esposas. La esposa muestra respeto por medio de apoyar las decisiones de su esposo y cooperar con él de toda alma en el logro de las metas de la familia. Por medio de desempeñar el papel que la Biblia le asigna de ‘ayudante y complemento’ para su esposo, ella hace que le sea fácil a su esposo amarla.—Gén. 2:18.

SEAN FIELES EL UNO AL OTRO
La Biblia dice: “Los esposos y las esposas tienen que ser fieles los unos a los otros.” Al esposo se le dice: “Sé feliz con tu esposa y regocíjate con la muchacha con quien te casaste . . . ¿por qué has de dar tu amor a otra mujer? ¿Por qué has de preferir los encantos de la esposa de otro hombre?”—Heb. 13:4; Pro. 5:18-20, Good News Bible.

El ‘matrimonio colectivo,’ el ‘matrimonio libre’ o ‘sin trabas’ y otros tales sustitutivos parecidos para el matrimonio y la familia, que en realidad son adulterio, simplemente no resultan en verdadera felicidad. “La infidelidad no produce buenos resultados,” concluyó un investigador del matrimonio. “Muchas personas creen que una aventura de adulterio pudiera salpimentar un matrimonio, pero un amorío siempre ha sido señal de verdaderos problemas.”