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www.evangelistas777.es - EL ORIGEN DEL MAL
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Caminata Terrenal
Después de la misión del Apolo XV, el coronel James Irwin relató algunos de los puntos sobresalientes de su experiencia. Contó de sus cuerpos sin peso flotando libres en la cápsula espacial, el semicírculo en aumento de la tierra como se ve desde la luna, y el descenso triunfal de la cápsula ante un mundo que observaba.
Irwin también habló del impacto que tuvo esa experiencia en su vida espiritual. Dijo que desde la superficie lunar percibió tanto la gloria de Dios como el apuro del hombre apegado a la tierra. Cuando regresó a la tierra se dio cuenta de que no se podía contentar con ser meramente una persona célebre. Tendría que ser un siervo y hablar a su prójimo acerca de una mejor manera de vivir. Irwin concluyó diciendo que si creemos que ir a la luna es un gran acontecimiento, ¡cuánto mayor es la maravilla de que Dios vino a la tierra en la persona de Jesucristo!
Gracias a que le hombre caminó sobre la luna, la ciencia y la tecnología han avanzado formidablemente. Pero gracias a que Dios caminó sobre la tierra, conocemos tanto nuestro origen como nuestro destino. Podemos conocer a nuestro Creador personalmente (Juan 1:14,18), y podemos vivir en su luz (v.9). Por medio de la vida sin pecado de Jesús y de su muerte sacrificatoria podemos conocer el gozo de tener nuestros pecados perdonados y experimentar la plenitud de una vida abundante... todo porque Dios caminó sobre la tierra.
Juan 1:14
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria.
Formando líderes espirituales
Pablo define con todo género de detalles las «normas y las características» de los líderes espirituales. Uno podría preguntarse: Bueno, ¿pero por qué razón los requisitos son tan detallados y las demandas son tan exigentes? La respuesta es simple, porque esta es una función trascendental. El célebre escritor Eugenio O''Neal poniendo palabras a uno de sus personajes, dice lo siguiente: «No se puede construir un templo de mármol con una mezcla para hacer adobes». En otras palabras, para hacer un edificio de calidad, se necesitan ingredientes de calidad.
En primer lugar, usted es una «persona marcada». Quisiera compartir con usted una serie de marcas que yo mismo le he estado pidiendo al Señor que produzca en mi vida.
1. Es una persona de empuje interior
«Un grupo de personas se pone de acuerdo en hacer una determinada tarea, dedicarse y aplicarse con todo esfuerzo para una misión. Vemos que todas arrancan desde el mismo punto de partida, pero luego, algunas encuentran una feroz oposición, problemas de diversas naturalezas y pronto esto las saca del derrotero. Otras siguen después de haber sufrido la misma oposición inicial, avanzan un poco más y pronto se dan cuenta de que ellas mismos padecen muchas deficiencias, por lo que también deciden abandonar la empresa. Vemos que otras avanzan hacia sus metas y objetivos, hacen un trabajo bastante aceptable, pero repetidamente sufren un duro revés y caen víctimas de su propio orgullo, lo cual pronto les hace ser ineficaces. La única que logra llegar a la meta es la que tiene «empuje interno». Todas estas mismas dificultades y tropiezos que han encarado los demás compañeros que han desertado, también las tuvo que confrontar esta persona. La diferencia es que ella siguió adelante.»
La mayor parte de la gente así lo hace, especialmente en la obra cristiana. Su problema consiste en que están dependiendo indebidamente en el liderazgo de alguien, de otras personas, y no tienen una visión o han perdido de vista su objetivo. A veces vemos que la mayor parte de los hombres y mujeres que quieren trabajar en la obra cristiana son más bien corredores de 100 metros. Hay muchos corredores de 100 metros, muchos «sprinters» que buscan metas cortas y fáciles que puedan lograrse a corto plazo. Pero recordemos que la obra que busca la evangelización mundial, es en realidad una maratón a campo traviesa.
2. Es una persona que tiene «una vida privada dinámica»
«Después de veinte años de vivir con este hombre —o esta mujer—, puedo decir que es verdaderamente un hombre —o una mujer— de Dios.»
Necesitamos «tiempo a solas» para recuperar energías emocionales y espirituales. Esto no es una opción, es una necesidad fundamental; no es algo optativo es un imperativo. Todos queremos y anhelamos estar siempre al frente, trabajar al máximo, hacer tareas importantes y especiales, estar rodeados de gente, pero debemos recordar tal como nos lo dice un principio del mundo de los negocios: «Que el hombre dinámico conoce el tiempo de descanso y la importancia del cambio de paso y ritmo en su vida. La importancia de cambiar de ritmo en sus actividades.»
El Origen del Mal y del Dolor
Para muchos el origen del pecado y el por qué de su existencia es causa de gran perplejidad. Ven la obra del mal con sus terribles resultados de dolor y desolación, y se preguntan cómo puede existir todo eso bajo la soberanía de Aquel cuya sabiduría, poder y amor son infinitos. Es esto un misterio que no pueden explicarse. Y su incertidumbre y sus dudas los dejan ciegos ante las verdades plenamente reveladas en la Palabra de Dios y esenciales para la salvación. Hay quienes. En sus investigaciones acerca de la existencia del pecado, tratan de inquirir lo que Dios nunca reveló; de aquí que no encuentren solución a sus dificultades; y los que son dominados por una disposición a la duda y a la cavilación lo aducen como disculpa para rechazar las palabras de la Santa Escritura.
Otros, sin embargo, no se pueden dar cuenta satisfactoria del gran problema del mal, debido a la circunstancia de que la tradición y las falsas interpretaciones han obscurecido las enseñanzas de la Biblia referentes al carácter de Dios, la naturaleza de su gobierno y los principios de su actitud hacia el pecado.
Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón de su existencia. Sin embargo, se puede comprender suficientemente lo que atañe al origen y a la disposición final del pecado, para hacer enteramente manifiesta la justicia y benevolencia de Dios en su modo de proceder contra todo mal. Nada se enseña con mayor claridad en las Sagradas Escrituras que el hecho de que Dios no fue en nada responsable de la introducción del pecado en el mundo, y de que no hubo retención arbitraria de la gracia de Dios, ni error alguno en el gobierno divino que dieran lugar a la rebelión. El pecado es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e 547 inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la causa de su existencia, dejaría de ser pecado. La única definición del pecado es la que da la Palabra de Dios: "El pecado es transgresión de la ley;" es la manifestación exterior de un principio en pugna con la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino.
Antes de la aparición del pecado había paz y gozo en todo el universo. Todo guardaba perfecta armonía con la voluntad del Creador. El amor a Dios estaba por encima de todo, y el amor de unos a otros era imparcial. Cristo el Verbo, el Unigénito de Dios, era uno con el Padre Eterno: uno en naturaleza, en carácter y en designios; era el único ser en todo el universo que podía entrar en todos los consejos y designios de Dios. Fue por intermedio de Cristo por quien el Padre efectuó la creación de todos los seres celestiales. "Por él fueron creadas todas las cosas, en los cielos, ... ora sean tronos, o dominios, o principados, o poderes" (Colosenses 1: 16, V.M.); y todo el cielo rendía homenaje tanto a Cristo como al Padre.
Como la ley de amor era el fundamento del gobierno de Dios, la dicha de todos los seres creados dependía de su perfecta armonía con los grandes principios de justicia. Dios quiere que todas sus criaturas le rindan un servicio de amor y un homenaje que provenga de la apreciación inteligente de su carácter. No le agrada la sumisión forzosa, y da a todos libertad para que le sirvan voluntariamente.
Pero hubo un ser que prefirió pervertir esta libertad. El pecado nació en aquel que, después de Cristo, había sido el más honrado por Dios y el más exaltado en honor y en gloria entre los habitantes del cielo.
Antes de su caída, Lucifer era el primero de los querubines que cubrían el propiciatorio santo y sin mácula. "Así dice Jehová el Señor: ¡Tú eres el sello de perfección, lleno de sabiduría, y consumado en hermosura! En el Edén, jardín de Dios, estabas; de toda piedra preciosa era tu vestidura." "Eras el querubín ungido que cubrías con tus alas; 548 yo te constituí para esto; en el santo monte de Dios estabas, en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que la iniquidad fue hallada en ti." (Ezequiel 28:12-15, V.M.)
Lucifer habría podido seguir gozando del favor de Dios, amado y honrado por toda la hueste angélica, empleando sus nobles facultades para beneficiar a los demás y para glorificar a su Hacedor. Pero el profeta dice: "Se te ha engreído el corazón a causa de tu hermosura; has corrompido tu sabiduría con motivo de tu esplendor." (Vers.17.)
Poco a poco, Lucifer se abandonó al deseo de la propia exaltación. "Has puesto tu corazón como corazón de Dios." "Tú . . . que dijiste:... ¡Al cielo subiré; sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, me sentaré en el Monte de Asamblea; me remontaré sobre las alturas de las nubes; seré semejante al Altísimo!" (Ezequiel 28: 6; Isaías 14: 13, 14, V.M.) En lugar de procurar que Dios fuese objeto principal de los afectos y de la obediencia de sus criaturas, Lucifer se esforzó por granjearse el servicio y el homenaje de ellas.
Y, codiciando los honores que el Padre Infinito había concedido a su Hijo, este príncipe de los ángeles aspiraba a un poder que sólo Cristo tenia derecho a ejercer.
Muéstrenme ustedes a una persona dinámica en público y yo les mostraré a una dinámica en lo privado. Una vida privada dinámica, tiene que ver principalmente con la vida familiar, con el nivel de relaciones que sostiene en la intimidad del hogar. Una pregunta clave que puede plantearse podría ser: ¿Realmente disfruto de mi vida familiar? ¿Existe verdadero respeto y admiración, o un callado resentimiento y desaprobación? Yo creo que una de las declaraciones más estimulantes para un líder, es aquella que pudiera decir su esposa o su esposo, más o menos así:Un líder debe ser sensible, pero a la vez debe ser un «hueso duro de roer». La clave del liderazgo es la capacidad de resistir. En todos los grupos humanos y empresas, vemos la siguiente situación: |
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