¿Donde estás sembrando tu vida?
Vivimos en un tiempo donde muchas veces no estamos muy concientes que vamos hacia una nueva forma de vida.
Salimos a recorrer la vida sin tener en cuenta hacia donde vamos, o peor aún donde y qué estamos sembrando para luego segar.
Esta puede ser una gran semana para comenzar reflexionando donde estoy plantando cada día mi semilla, donde estoy sembrando. Porque conforme a lo que estoy sembrando eso también segaré.
Algunos pretenden bendiciones espirituales cuando solo siembran para situaciones del diario vivir. Personas que solo siembran en lo que ven, o en lo que pueden sacar provecho a corto plazo. ¿Estás en este grupo?
He visto en los últimos tiempos a gran cantidad de personas haciendo obras y dando cátedra pero con frutos solo para este tiempo, para el momento.
En las escrituras en el libro de Corintios dice que si nuestra siembra es solo para este tiempo no estamos entendiendo el sublime propósito de la obra de Jesucristo. Dice también que si solo vivimos un cristianismo donde nuestras acciones son para este tiempo, para los 80,90 o 120 años que vivamos, somos dignos de lástima.
Pregunto: ¿Las acciones que estás tomando son siembra para ahora o estás sembrando para la vida eterna?
¿Dónde estás sembrando tu semilla?
Es la ocasión en que cada uno de nosotros decidamos empezar a sembrar para la vida eterna.
Empecemos a entender que hay un mundo espiritual en el cual Cristo resucitó. Y hoy El es la cabeza de todo principado y potestad. Y que hay una realidad, y que los tiempos no se detienen. Que están sucediendo.
Es el Señor diciéndonos: ¿Qué vas a hacer con tu vida? ¿Dónde vas a sembrar esta semilla?
El reino de Dios ha sido predicado por Jesucristo, que ya resucitó y que te ha dado a ti está posibilidad de vivir 80, 90, 100 años.
Algunos se preguntan: Si va a ser tan grande la vida eterna y es tan maravilloso el tiempo del reino de Dios ¿para que estamos viviendo este tiempo?
Y la respuesta es que este es el tiempo de siembra. En el cual Dios te dijo: Aquí tienes la semilla. Decide que quieres hacer con ella. Porque si nosotros no decidimos amarlo por nuestra propia voluntad, nada, absolutamente nada, de lo que es dado por Dios es posible para el. Porque su deseo es que, en libre elección, elijamos amarlo, adorarlo, que plantemos la semilla en buena tierra a la espera del tiempo del reino, y con nuestros corazones entender, que existe una realidad espiritual, que Cristo RESUCITO, que no esta muerto, que no está por ahí, que no está simplemente a la espera. Que Cristo no es un ser histórico, sino que resucitó, que está vivo, y fue sentado a la diestra de Dios, y fue exaltado sobre toda potestad para derramar poder sobre cada uno de nosotros.
Pero si no estás manifestando su poder, no estás creyendo que Cristo resucitó. Si no estás viviendo la realidad espiritual que Cristo derramó en tu vida no estás creyendo que Cristo resucitó. Si simplemente para vos la vida, el cristianismo, son hábitos, no estás creyendo que Cristo resucitó.
1 Corintios 15:17-19
17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
Si el cristianismo que vives es para verte realizado, o para que ciertas cosas sucedan en tu vida, y tus metas no van más allá que 80 o 90 años, somos dignos de lástima.
Si el cristianismo que vives, es aquel que piensa que Cristo vino solo para este tiempo, o para que te supla aquello que le pediste para el día de hoy, somos dignos de lástima. Si ese es el cristianismo que vivimos somos dignos de conmiseración. Porque Cristo resucitó. Y no simplemente para que entendamos este tiempo y esta vida. Sino para que entendamos que tenemos la semilla en nuestras manos, en nuestras vidas, para sembrar para la vida eterna, para la verdadera vida.
Entendamos que esta es la semilla de mostaza, el pequeño tiempo del gran árbol que es la vida eterna.
¿Dónde vas a plantar tu semilla? ¿dónde estás sembrando? ¿Estás sembrando para la vida eterna? ¿O estás sembrando para hoy, para este momento? ¿estás cubriendo tus necesidades carnales y tu mente está limitada y corta? ¿estás tan preocupado por las frustraciones del momento? ¿O por las cosas que no puedes tener? ¿O cuentas con una perspectiva puesta en lo verdadero, en lo grande, en lo que Dios hizo?
Dios, El creador de los cielos y la tierra, decidió poner su máxima plenitud en ti y en cada uno de nosotros, su poder. El mismo poder con el que creó los cielos y la tierra lo depositó en ti. Tu eres hoy la plenitud de Dios. Y El te dice: ¿Qué harás con esto? ¿Qué harás con la semilla que te di?
Es tiempo que empecemos a sembrar para la vida eterna.
Hoy es el primer día del resto de nuestra vida. Sembremos para vivir la vida con una visión espiritual de la misma. Y seguro segaremos abundancia.
Le agradezco a Dios por estar en tu presencia y que juntos podamos estar en la Suya.
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